Ser hospitalario es formar parte de nuestra familia. Cada miembro de nuestra familia tiene un sentido identitario único, el motivo que nos mueve a dar a los demás es diferente en cada miembro. Somos personas de muchas edades, hay quien es más grande y acompaña con la experiencia, aportando ideas y dando soluciones. Otros son adultos, les gusta ayudar desde la sencillez y la entrega aprendiendo de los que llevan más años, descubriendo en los otros, la entrega voluntaria. Otros hospitalarios acaban de incorporarse porque son jóvenes o nos acaban de conocer, no se cansan de acompañar y aprender. También hay algunos que son especialistas, que ya dedican su día a día a cuidar gente con necesidades, de ellos aprendemos mucho, y nos ayudan en momentos complicados. Cada hospitalario ayuda desde sus posibilidades y su experiencia.
Si quieres ser hospitalario sólo debes tener ganas de ayudar desde el amor, entender que más allá de ayudar buscamos ser en el otro.
Con nosotros descubrirás que se puede vivir desde una perspectiva diferente, te ofrecemos la posibilidad de vivir ayudando a aquellas personas que necesitan nuestra ayuda, juntos realizamos un camino compartido, donde no nos podemos cerrar en nosotros mismos, tenemos que levantar a ayudar a los demás, amando descubriremos el verdadero sentido de vivir en plenitud.